A quienes os interese la Oratoria y las técnicas de expresión oral os va a gustar este texto que hoy os traigo a mi blog.
Trabajar las técnicas adecuadas para hablar bien en público, para convencer y seducir, no es algo nuevo, ni tan siquiera de los tiempos modernos; hemos bebido de los maestros griegos hasta el día de hoy.
Cicerón, Quintiliano, Plutarco, Demóstenes, San Agustín…
Tampoco es un arte utilizado exclusivamente por la clase política o el área comercial de cualquier empresa actual . Mirad cómo la Iglesia Católica buscaba ya en el Siglo XVI la perfección en sus argumentaciones incluso con la buena “pronunciación” y expresión corporal.
Es un documento muy curioso. Echadle un ojo al texto extraído del “Manual de Retórica Eclesíastica” de FRAY LUIS DE GRANADA escrito en 1576:
LA IMPORTANCIA DE LA PRONUNTIATO EN LA RETÓRICA (Ver enlace externo).
El apartado más original de la Retórica eclesiástica es el libro sexto, dedicado a la actio o pronuntiatio,12 que le parece el más útil para los predicadores, y también, como él mismo lamenta, el más difícil de explicar, ya que en un texto escrito no se pueden poner ejemplos gráficos sobre cómo han de ser los gestos y los movimientos del cuerpo ni ejemplos sonoros sobre los tonos de voz. No obstante, y a pesar de estas dificultades (que hoy en día se solventarían fácilmente con las modernas técnicas audiovisuales), fray Luis insiste en la importancia de este apartado, al que los predicadores han de prestar una especial atención, ya que el pueblo llano no se deja influir tanto por los argumentos racionales del discurso como por la forma en que se pronuncia.